Por la experiencia de un servidor
hablando con otras personas, solemos estar tan centrados en el apartado físico
que en ocasiones se descuida por completo el apartado mental. Es decir, también
tenemos que prepararnos mentalmente. Es importante correr rápido, tener
resistencia y recuperarse lo antes posible tras realizar un esfuerzo, por
ejemplo terminando una serie para afrontar la siguiente en menos de un minuto. Durante
algún momento en estas fases, aparecerá la fatiga. Entonces, cuando nos pesen
las piernas o nos falte el aire, será cuando debamos recurrir a la cabeza.
No debemos renunciar a nuestro
entreno o cursa al instante de sentir el cansancio. Tengamos una cosa bien
clara: en una maratón, sufre desde el que llega primero hasta el que llega
último. Cada uno a su nivel, pero lo que está claro es que nadie termina fresco
como una rosa sin haber sufrido. Antes de seguir hagamos un inciso: se puede
entrenar duro, incluso cuando creemos que no podemos más, pero ojo, no hagamos locuras.
Seamos realistas, busquemos metas que sean posibles y sobretodo, para hacer
bien las cosas, es requisito imprescindible realizarse una prueba de esfuerzo
para conocer los límites de uno mismo y trabajar con unas referencias seguras.
Hecho el inciso, sigamos con lo
de no rendirse cuando uno empieza a cansarse. Tenemos que aprender a entrenar
esta situación de forma progresiva para que nuestra tolerancia a la fatiga sea
mayor. Dependiendo de nuestro nivel, llevaremos un entreno más o menos
exigente, pero la preparación mental podemos realizarla como si fuéramos el
mismísimo número uno. Probablemente todos conozcamos casos de deportistas con
talento que por su mala cabeza han tenido una carrera fugaz, mientras que otros
con menos talento han estado muchos más años en primera línea.
El secreto para entrenar nuestra
mente es leer. Sí amigos, además de ser unas bestias físicamente, debemos
convertirnos, sino lo somos ya, en “ratones de biblioteca”. Pero no leamos cualquier
cosa ni lo primero que nos caiga en las manos. Asesorémonos bien y leamos de
fuentes fiables. Además, hoy en día tenemos la gran ventaja de contar con las
redes sociales. Aprovechémoslas para sacarle partido siguiendo a nuestros
deportistas favoritos, veamos qué leen, qué comen la mañana que tienen que
afrontar una maratón, como se recuperan tras una cursa, cómo se motivan.
Saber motivarse es un factor
clave para sobreponerse a los momentos duros, aquellos en que la fatiga se
apodera de nosotros y empezamos a pensar: “¿qué he venido a hacer a esta
montaña que no se acaba nunca si no voy a finalizar ni entre los treinta
primeros?” Has venido a demostrarte que puedes completar la prueba en los
tiempos que tenías previstos. Que el trabajo que haces a lo largo de la semana
ha dado su fruto completando una prueba de la que te sientes orgulloso. Esta
misma motivación va a ser la que nos sirva para afrontar cualquier reto en la
vida.
Siguiendo con las redes sociales,
no reduzcamos nuestro seguimiento sólo a los corredores en nuestro caso,
sigamos a los mejores nutricionistas, médicos deportivos, clubs de corredores,
podólogos, etc. Así obtendremos una valiosísima información en forma de
consejos, trucos, libros, que nos ayudarán a conocernos a nosotros
mismos -cuerpo y mente- y a mejorar en nuestro deporte favorito así como en la
vida también. Porque el deporte al fin y al cabo nos da unos valores (o tendría
que dárnoslos, si no algo estamos haciendo mal) como el respeto, el
compañerismo, la solidaridad, la capacidad de sacrificio y la amistad, entre
otros, que nos ayuda a afrontarlo todo con una actitud positiva.